Hotel de la Rhune*** País Vasco

A través de la historia

Bienvenido ¡ Ongi ettori ¡

En el corazón del País Vasco, en un tranquilo pueblo alejado del bullicio de la Costa Vasca, pero a pocos kilómetros, te damos la bienvenida a una casa familiar llena de historia donde, al abrir las persianas en el mañana, te sentirás en casa de un amigo. Sin lujos.

El Hotel de la Rhune se cuenta como una leyenda: Pierre Loti escribió Ramuntcho allí, si escuchas con atención puedes escuchar las historias de los contrabandistas (la frontera está justo detrás de la Rhune).
Te sentirás bien con el Otro, o con los demás.En el jardín o en la terraza a la sombra de la glorieta mientras ves competir a los pelotaris en el frontón. O como una familia con niños.

Un poco de historia

El hotel

Anexo al pequeño ayuntamiento de Ascain, ya la sombra de la iglesia, el actual Hôtel de la Rhune fue originalmente un establecimiento de bebidas. Entonces el Sr. Borda lo compró y transformó el lugar en una posada con algunas habitaciones. Jean-Pierre Borda también fue conocido como un gran cazador, un gran contrabandista y un gran narrador.
Era amigo de Pierre Loti. Fue en una de las habitaciones de su hotel, con vistas a la Rhune, donde Pierre Loti escribió su novela Ramuntcho.
A la puerta, hoy desaparecida, se amarraban los caballos de los clientes o las mulas que utilizaban los turistas en su ascensión al Rhune. El hotel fue la primera casa en tener electricidad.
El nuevo trabajo tuvo lugar en 1936 bajo la dirección de André Pavlovsky, un arquitecto de origen ruso.
Uno de los arquitectos más inventivos de la Costa Vasca de los años 30. Muy famoso en la Costa Vasca, construyó las casas más hermosas de la Costa para la clientela adinerada que frecuentaba Biarritz y San Juan de Luz, construyó los dos faros de entrada a los puertos de San Juan de Luz y Ciboure el mismo año el Se amplió el hotel.

Si prestas atención, verás una placa con su nombre sellada en la fachada, en el cruce entre la casa antigua y la nueva.
Avance un poco más y debajo de las glicinias descubrirá otra placa: obra del escultor Danglade, representa a Pierre Loti con unas palabras para señalar su visita al Hotel.

Ascain siempre ha dado cobijo a aquellos que querían buscar la calma, lejos del bullicio de la costa. Por ejemplo, Ferdinand Pinney Earle (1878 – 1951), quien fue un famoso escenógrafo de Hollywood desde la década de 1910 hasta la década de 1920. edificios de adobe construidos en Santa Fe hacia 1920. O el general Charles Cunliffe Owen, cuya imponente residencia vivió una intensa actividad social; Winston Churchill vino a visitarla. El comedor del Hotel está decorado con pinturas, obras del pintor ruso Alexandre Altmann.
Se afirma que solo produjo estas obras para pagar las facturas de su hotel. Luego poco a poco el Hotel se fue modernizando hasta convertirse en lo que es hoy. Pero sus dueños siempre han querido mantener su aspecto auténtico que la convierte en una casa con carácter. Sin lujos. Donde te sientes bien porque intuitivamente respiras todas las conversaciones, todos los encuentros que han tenido lugar allí.

La aldea

El Hôtel de la Rhune está situado en el corazón de Ascain, localidad de la provincia vasca de Labourd.
Este pequeño pueblo, a siete kilómetros del mar, fue construido en un meandro del río «La Nivelle», al pie de las montañas: La Rhune, Esnaur y Biskarzun. Si tu habitación da a la plaza, verás el frontón a la derecha: lugar de encuentro de todo el pueblo para fiestas, partidos de pelota o más simplemente para pasar un rato juntos.Quizás tengas la oportunidad de escuchar algunas historias de contrabandistas… el pueblo está en la frontera con España.
A la izquierda la iglesia inaugurada en 1626, según dicen por Luis XIII. Una de las iglesias más bellas de Labourd. Y al fondo la Rhune. “Nuestra” montaña.

Esa que es buena para subir cuando necesitas refugiarte, para recargar pilas: en cada subida te encuentras con un paisaje diferente como en cada bajada. La subida no es muy difícil (¡incluso la emperatriz Eugenia lo ha intentado varias veces!) y si quieres, puedes tomar el “pequeño tren de la Rhune” para llegar a la cima (907 metros).

Desde allí dominarás las colinas y montañas de Labour, Baja Navarra y Soule hasta las cumbres de los Pirineos; y el Océano Atlántico desde Hendaya hasta Biarritz. Y quizás tengas la suerte de ver al «laminak», el duendecillo más popular que vive en cuevas y al borde del agua en la mitología vasca… Lo más probable es que te encuentres con el «pottok», pequeños caballos vascos que viven en libertad en el macizo Lejos del bullicio de la Costa Vasca, pero cerca de todo, Ascain se revela como un punto de partida excelente para una estancia para descubrir el encanto de la Costa Vasca, el embrujo del País Vasco, la vivacidad del Océano Atlántico, la tranquilidad de las playas.

En imágenes

negro y blanco

Histoire Hotel de la rhune
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